domingo, octubre 12, 2008

Sucedió en Bosnia


Sucedió en Bosnia
Ivo Andric
1945
librarything






Sucedió en Bosnia, también conocido como Crónicas de Travnik, es una novela muy interesante de un premio Nobel al que no tenía para nada registrado, Ivo Andric. Es otro de los que me traje de la inagotable biblioteca de mis viejos.
Travnik, es la ciudad natal de Andric, quien dentro del complejo mapa literario de los Balcanes, pertenece a la rama serbocroata (idioma en el que escribía).

La hostoria transcurre durante la ocupación otomana en la península Balcánica (de la que hoy les queda un pendejésimo nomás), en los últimos años de guerras napoleónicas (específicamente, 1807-1814). Se establecen en Travnik dos consulados, uno francés y uno austríaco. La historia se centra mayormente en la óptica del cónsul francés, Daville, y su familia, aunque se dedica también ampliamente a los diferentes visires que se suceden al mando de la provincia, a sus rivales en el consulado austríaco y a multitud de personajes secundarios.

Andric tiene un gran talento para la descripción de los mundos interiores, tomando como punto central las dificultades de la "gente occidental" en adaptarse a la vida áspera de Bosnia, territorio fronterizo entre tres imperios. Entretiene en todo momento, y logra efectivamente la atmósfera que busca, tanto en tiempos de relativa paz como en los de turbulencia (políticos o personales).

Muy recomendable, pero atenti que no es un canto a la vida (aunque tampoco es pura amargura, el tono general es bastante triste...)

El levantino es un hombre sin ilusiones, sin escrúpulos y sin un rostro propio; es decir, tiene una serie de máscaras y ha de representar muchos papeles (...) Se trata únicamente de armas indispensables para la lucha por la existencia, que en Levante es más dura y complicada que en cualquier otra parte del golbo.

Cada vez que, con la sinceridad y la libertad que eran en él naturales (...) el joven comenzaba a criticar al régimen imperial, el cónsul se estremecía y perdía los estribos. Era precisamente por tener él mismo (...) escondidas y no reconocidas dudas por lo que Daville no podía escuchar con calma las críticas de los demás.

...había al mismo tiempo muchas cosas que unían a los dos adversarios consulares, ya que, de hecho, ambos eran hombres maduros, cargados de familia (...) obligados a vivir en un país extraño y hostil (...) Si había dos hombres en el mundo que hubieran podido comprenderse y hasta ayudarse eran estos dos cónsules que de hecho estaban empleando sus fuerzas, sus días y frecuentemente sus noches para ponerse obstáculos en el camino y dificultarse la vida todo lo posible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No recuerdo nada de la trama, pero sí que me gustó, y algo de esa atmósfera entre enrarecida y exótica. El exotismo siempre me atrajo y me atraerá.
Y ante el desconocimiento del señor Andric como ganador de un Nobel, viene a cuento una nota de La Nación de hace pocos días, de Tomás Eloy Martínez que siempre escribe muy bien, sobre lo discutible de los Nobel de Literatura, lo que no suele ocurrir con los correspondientes a cuestiones científicas, o al de economía. Hasta se puede criticar el de la Paz, no siempre tan feliz, pero el de literatura es el más controvertido a veces. Da una lista de genios que jamás lo recibieron, y cita otros muchos que siguen ignotos, o bien que fueron conocidos por la época en que ganaron, pero que luego cayeron en rotundo olvido. Buscá esa nota.

qfwfq78 dijo...

Lei la nota, esta buena.

Y el último fue un franchute, Le Clezio, lo tenías registrado?