domingo, julio 31, 2011

Apulia

Aunque la mayor parte del tiempo estuvimos de playa, además de pasar una noche en Lecce, hicimos un día de paseo por la región de Apulia.

La primer parada fue en las grutas de Castellana, en la provincia de Bari. Las cuevas se extienden a lo largo de 3 kilómetros, y hasta una profundidad de 72 metros por debajo del nivel del suelo. Destaca la espectacular entrada, La grave, donde entra espectacularmente la luz del sol por la que es la única abertura natural al complejo. Con el calor sofocante, el frescor de la cueva nos dio algo de alivio durante los 45 minutos que duraba el recorrido corto, que fue la que hicimos. Nos perdimos de llegar hasta la Grotta Bianca, pero se hubiera alargado demasiado la visita (recorrido largo, de casi dos horas) y teníamos muchas cosas por ver en el resto del día.

Fotos: qfwfq78
Grotte di Castellana

A continuación seguimos hasta el pueblo de Alberobello, donde destaca una construcción de piedra típica del lugar, el trullo. La verdad es que es muy pintoresco, nos enteramos que incluso está inscripto como sitio UNESCO. Como constucción destaca el hecho de que está hecho con piedra seca, sin aglomerantes, de techo cónico. Su época de esplendor fue en el siglo XIX. Hoy en la zona antigua muchos de ellos fueron reconvertidos en negocios o restaurantes, aunque son muchos los que se siguen usando como vivienda.

Los Trulli de Alberobello


Después del almuerzo seguimos hacia el norte camino a Barletta, donde destaca principalmente la fortaleza. Aunque hubo fortificaciones en la zona desde el s X, la forma actual data del siglo XVI, cuando la zona estaba bajo control español. También vimos el lugar donde se inició el desafío de Barletta, una revuelta contra la dominación francesa en 1503, que por lo visto se inició con un comentario desafortunado de sobremesa y saldado finalmente con un duelo donde se enfrentaron una decena de caballeros franceses y otros tantos italianos. La revuelta se dio en el contexto de la Guerra de Nápoles, que terminó con la ocupación francesa -aunque sólo para ser reemplazada por la dominación aragonesa-

La fortaleza de Barletta

La última parada fue en Castel del Monte, donde lamentablemente llegamos un poco demasiado tarde y no pudimos entrar. Este castillo de base octogonal fue construido por el emperador Federico II durante el siglo XIII. Desde la colina en que está construído se domina con la vista toda la región. Aunque no pudimos entrar nos comentaron que adentro está bastante pelado, ya que mobiliario e interiores fueron saqueados en diferentes momentos, y hoy hay poco y nada. Igual nos quedamos con las ganas, a lo mejor volvemos en algún momento. Mientras tanto la luz del atardecer en las fotos actuó un poco de compensación.

Castel del Monte

miércoles, julio 20, 2011

Lecce

Para las vacaciones de este verano decidimos hacer más playa que otra cosa, aunque no por eso dejamos de hacer algunos paseos interesantes. La primera escala fue en Torre Lapilo, un pueblo de Salento, en Italia, donde estuvimos con amigos. Es en el taco de la bota, mirando hacia abajo. Descubrí que esa zona no es ni mar Adriático ni mar Tirreno, sino que técnicamente se trata ya del mar Jónico. Los 5 días que estuvimos fueron a puro sol y calor, que nos llegaron este año en cuenta gotas en el paupérrimo inicio del verano alemán.

Basílica de Santa Croce

Entre las visitas destacadas, hicimos un paseo nocturno por Lecce. Parece haber tenido una relativa importancia en el pasado; destacan numerosas iglesias y edificios en estilo barroco. Según nos contaron, gracias a la facilidad de trabajo de la piedra leccese, de presencia ubicua en la ciudad, fueron claves en el desarrollo del estilo. Por otra parte la resistencia a la erosión es bastante pobre por lo que requiere constante mantenimiento. Su razón de ser es también su condena.

Anfiteatro griego

A pesar de la hora pudimos ingresar aún en la Basílica de Santa Croce También pudimos admirar el anfiteatro griego, que se utiliza aún hoy en día para espectáculos. Se conservan también algunas de las puertas de la antigua muralla, aunque poco y nada de la muralla en sí. Otro punto importante es la catedral (Duomo) y los edificios circundantes.

Plaza de la catedral

Además de los lugares mencionados en general es muy agradable para pasear por el casco antiguo, que es relativamente grande; hay vida y negocios abiertos hasta bastante tarde. Parecía haber poco turismo extranjero. Terminamos el paseo con una pizza al aire libre en el restaurant Carlos V.

Una de las puertas en el casco antiguo de Lecce