El objetivo fue llegar hasta la cima más cercana, el Roßkopf (737m), donde hay una gran torre que permite de ese modo poder ver sobre los árboles (altísimos). La bajada fue más fácil y ya con hambre. Por suerte con el mapa y con indicaciones por los caminos llegamos a un restaurante metido ya un poco dentro del bosque, y donde almorzamos unas pizzas.
Por la tarde toco luego la siesta de rigor, bastante extensa, bajo los árboles... algo de lectura... y después se vino la tormenta. Fuimos a pasear otro poco por Freiburg, pero domingo a esa hora, y lloviendo, la verdad que ya no estaba tan bien. Por suerte igual al volver al camping pudimos comer bajo techo, despues ya a la hora de dormir no llovía más.
El lunes salimos temprano de vuelta, el tren pasa por Karlsruhe, asi que paramos unas horas y almorzamos con Pierre y una banda de amigos suyos (luxemburgueses como él), después retomamos camino.

1 comentario:
Qué hermoso lugar el del mirador. Y qué bien se ve en la foto aérea que el bosque empieza en el límite justo de lo urbanizado. Un precioso fin de semana, por lo que contás. Con el plus del encuentro con Pierre y todo.
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