martes, marzo 24, 2009

Firenze

Hoy ya es nuestro segundo dia en Florencia, venimos ya bastante cansados y recien estamos a martes!

Ayer llegamos al mediodia e hicimos primera vuelta de reconocimiento. Arrancamos viendo las esculturas de la Logia dei Lanzi, practicamente un museo al aire libre. Me gustaron El rapto de las sabinas del Jean de Boulogne, con su composicion helicoidal que invita a mirarla desde todos los costados. Tambien el Perseo de Benvenuto Cellini (el de la foto), con la cabeza recien cortada de Medusa. Aparentemente le costo lo que diriamos un huevo, numerosas coladas infructuosas del bronce hasta que por fin le quedo bien.


Despues no postergamos mas la entrada al Duomo, la catedral, con la archifamosa cupula de Brunelleschi. Les digo nomas que tiene 45.6m de diametro... pero no me voy a extender mucho en detalles arquitectonicos ya que el tiempo internet es escaso y ni siquiera lo voy a explicar bien (ademas de que esta todo accesible en wikipedia, la fuente de todo el saber).

Lo que si les cuento que me gusto son las idas y vueltas entre Brunelleschi y Ghiberti. Ambos presentaron proyecto para la cupula, y aunque se eligio el de Brunelleschi ambos estaban encargados de la construccion. Ghiberti tildaba los planos de imposibles... en algun momento Brunelleschi se ofendio y se fue (pillo el, en sus planos no estaban obviamente todos los detalles). Ghiberti pronto se dio cuenta que no podia con ello, y pronto Brunelleschi volvio, tomando el control de las obras. En el museo de la Opera del Duomo habia entre otras cosas varias de las herramientas, poleas y maquinarias de elevacion que creo tambien, a proposito de la construccion de la cupula.






Pero la pica parece que venia de antes. Brunelleschi tiro la toalla y decidio abandonar la escultura cuando perdio en 1401 una competencia para diseñar unas de las puertas del baptisterio (enfrente del Duomo). El que gano fue... Ghiberti, si señor. Que despues tambien termino de ponerle la guinda a la torta con "las puertas del paraiso", en el lado este del baptisterio, que le llevaron 27 años en completar. Mientras tanto Brunelleschi, tal vez masticando bronca, preparaba su revancha yendose a estudiar arquitectura a Roma.


Del baptisterio tambien es muy llamativo el mosaico interior. Les dejo abajo al mismisimo demonio. Como siempre en temas religiosos, el infierno es lo mas interesante.


Por la noche, y hoy tambien, pasamos por el ponte Vecchio. Tal vez sea mas pintoresco desde fuera que desde dentro, ya que todas las casitas, tan pintorescas que se ven, son todas aburridas joyerias.

Hoy por la mañana fuimos al museo Uffizi (detalles en post aparte). Por la tarde, mientras se largaba a llover, visitamos el Palazzo Vecchio, muy interesante, con riquisimos techos, frescos y mobiliario. Con la lluvia llego una buena ocasion para una siestita para reponer fuerzas. Mañana lo dedicaremos mayormente a pasear por el otro lado del Arno.



Update 25/03: corregidos horrores ortograficos y mitologicos (decapite a Minerva en lugar de a Medusa), gracias a los apuntes de Nuri. Mi pobre excusa es la celeridad con que escribi el post.

Hoy anduvimos por el otro lado del Arno. Hago el addendum porque creo que no amerita post aparte. Por la mañana subimos a la Piazza Michelangelo, desde donde hay una excelente vista de la ciudad y esta la copia en bronce del David. Y despues otro poco de subida hasta la iglesia de San Miniato del Monte.

Al mediodia vimos los frescos de Massacio en la capilla Brancacci, y despues visitamos el palacio Pizzi; estuvo bien pero la entrada esta demasiado cara para lo que hay.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nacho, aburridas joyerías???
Susy

Anónimo dijo...

Eso de los precios caros se ve que fastidia bastante.
Muy divertida (para nosotros) la historia de la rivalidad entre Brunelleschi y Ghiberti, no la conocía. Pero la posteridad fue mucho más generosa con Brunelleschi, el otro es más ignorado (yo no lo conocía, lo que no significa mucho).
Necesitarán una semana al regreso para reponerse del agotamiento.

Vivi dijo...

Muy interesante las anécdotas de Brunelleschi y Ghiberti. Cuánto hay para recorrer! El Ponte Vecchio se parece muchísimo al de Venecia.