viernes, febrero 18, 2011

Lecturas Enero '11

La Trama Celeste
Adolfo Bioy Casares
[1948]



Me gustan los mundos imaginarios de Bioy Casares porque funcionan con una lógica propia.

La memoria de Paulina
De los reyes futuros
El ídolo
En efecto, si no se duda de la sinceridad del obispo, no se comprende por qué protefio con una coraza de clavos rechados el ídolo que pretendía destruir; por qué no lo destruyó simplemente; por qué dejó descubierta la perversa cara... Lo observé con detención. Comprendí por qué la estatua miraba con esa expresión vacía y atroz: no tenía ojos.
La trama celeste
¿Qué se proponían?¿Por qué ignoraban quién era?¿Por qué lo insultaban, por qué simulaban que no era argentino? Estaba perplejo y enfurecido.(...) Pasó la noche despierto, entre accesos de cólera, momentos en que estaba decidido a encarar con tranquilidad la situación, y violentas reacciones en que se negaba a "entrar en ese juego absurdo"
El otro laberinto
El perjurio de la nieve
Han pasado años desde esa entrevista; sin embargo, al evocarla hoy, vuelvo a sentir el mismo arrepentimiento y el mismo asco. Berger debió quedar como un símbolo, su mero recuerdo como un incesante conjuro de esos horrores; pero tan inescrutable es el desarrollo de nuestros sentimientos que ese hombre llegó a ser el más conspicuo de mis amigos...


Timbuktu
Paul Auster
[1999]




Novela "simpática" y original de Auster, donde el narrador es un perro, Mr Bones. Me fui a un Auster pre-9/11 porque los últimos me estaban saturando, sobre todo el fiasco de Man in the Dark. Los dos últimos esperarán otro rato y capaz se suma alguno más. A veces es necesario.

Volviendo al libro en cuestión, la originalidad tiene su precio, porque conlleva muchos compromisos. El resultado está bien logrado aunque diría que como libro le faltan 5 para el peso.

What was a poor dog to do? Mr Bones had been with Willy since his earliest days as a pup, and by now it was next to impossible for him to imagine a world that did not have his master in it.

Mr Bones had nothing against Baltimore per se. It smelled no worse than any other city he'd camped in over the years, but even though he understood the purpose of the trip, it grieved to him to think that a man could choose to spend his last moments on Earth in a place he'd never been to before.

1 comentario:

Silvi dijo...

No me parece que me queden ganas de seguir leyendo Austers, por lo menos por ahora.