martes, noviembre 20, 2007

Arte de Amar / Metamorfosis

Publius Ovidius Naso es el nombre completo del poeta latino a quien conocemos más simplemente como Ovidio. Vivió en época de los emperadores César y Augusto, antes y después del año 0.



La edición de Libros Bolívar, viejo libro del año '63, nos trae dos de sus obras más famosas, "El Arte de Amar" (Ars Amatoria), 3 libros publicados entre el 1aC y el 8dC y "Metamorfosis" del 8dC, un gran compendio en 15 libros de diferentes historias mitológicas.



"El Arte de Amar" sirve de entretenimiento ligero, a cuenta de ver cuales de las "sugerencias" de Ovidio a los jóvenes romanos son universales y mantienen su validez. Otras cosas son simplemente graciosas, por ejemplo de cómo levantarse una chavala en el circo, en el foro, etc...

"...existen seres tan viles que fingen cosas que negarían si fueran ciertas, que se pavonean de que ninguna les ha negado un favor y que no pudiendo en realidad mancillar los cuerpos bellos con su baba de sátiro, afrentan la buena fama y ponen en duda la reputación de la mujer más honesta. (...) Nosotros, por el contrario, hablamos muy poco y discretamente de nuestras conquistas verdaderas, y encubrimos con una gran interrogación nuestros hurtos más sabrosos."

Metamorfosis tiene en cambio pasajes mucho más interesantes. Los quince libros funcionan como una suerte de enciclopedia mitológica de historias en la que predomina el cambio. Mayormente, se trata de personas, ninfas, dioses, que se transforman en animales, en plantas, en lugares, en cosas, aunque hay algunas otras variaciones en los temas de las historias. Tal vez el pecado de Ovidio haya sido abarcar mucho y apretar poco... ya que los párrafos e historias más interesantes y jugosas se ven diluidas en el montón, siendo otros tramos más decididamente aburridos.

De muestra basta un botón, veamos de donde surgen los montes Atlas en el norte de África...

"Atlas tenía en la memoria un antiguo horóscopo que le aseguró que un hijo de Jove sería encargado de robarle los frutos aurinos de los árboles. Para evitar el cunmplimiento de la profecía, rodeó su palacio de un enorme muro (...) -Porque tu soberbia es mucha - replica Perseo - y presumes de tu poder físico... te daré el premio a que eres acreedor-. Diciendo así le presentó la cabeza de Medusa. En el momento de mirarla espantado, quedó Atlas convertido en una enorme montaña."

Otros pasajes especialmente interesantes me resultaron las consideraciones cosmológicas iniciales, y otros pasajes similares, como éste:

"El centro del Universo es un lugar igualmente alejado del cielo, de la tierra y del mar, y que sirve de límite a estos tres imperios. Se descubre desde este punto todo lo que pasa en el mundo y se oye todo lo que se dice (...) Los pórticos de este palacio están siempre llenos de una gran multitud que va y viene sin cesar (...) Allí reina la credulidad, el error, una falsa alegría, el temor de alarmas sin fundamento, la sedición y los murmullos misteriosos de autores desconocidos."

Y en el final me quedo con una parte para mi notable donde le da un giro al enfoque más bien mitológico y enumerativo de las metamorfosis, yendo hacia un plano más real pero filosófico a la vez.. "nada se pierde, todo se transforma" lo podríamos resumir.

"...todo es mudable en el Universo. No puede volverse atrás el río. No se detiene ni un punto el transcurso rápido de las horas. Una ola empuja la otra. Nunca es presente; siempre es pasado. (...) Creedme. Toda criatura no permanece la misma ni un segundo. Y cuando pensamos que es consumida, ya se está transformando en una nueva."

2 comentarios:

Nuri148 dijo...

Recuerdo un pasaje que advertía a los hombres de los "peligros" de levantarse una mina en el circo a la noche y entonado y darse cuenta al otro día q la mina era un bagarto.
Nihil novum sub sole.
Aguanten Tito y Lucio.

Anónimo dijo...

Nunca leí, ni se me ocurriría, al bueno de Ovidio. Celebro tan variados intereses de tu parte. También celebro los latinajos de Madame Nurí. Ta buena la filosofía sobre el devenir de la vida, todo es pasado, el río no puede volver atrás.