Hacia el siglo 3 aC el desarrollo astronómico se traslado principalmente a Egipto, centrándose en la relación entre los planetas y la Tierra. Observadores como Hiparco y Ptolomeo utilizaron instrumentos cada vez más sofisticados para registrar datos y posiciones estelares, que podían luego analizar con nuevas herramientas matemáticas y geométricas.
Con Roma conquistando el Mediterráneo, se incrementó el peso mitológico de los astros , pero seguían siendo fuente de ubicación para marineros, para planear las cosechas, etc.
Gaius Julius Hyginus, en el siglo I dC, compuso su Poeticon Astronomicon con el objetivo de aggiornar el Phænomena de Aratus. Los capítulos de mitología resultaron especialmente populares. Se pueden ver muchas de las historias en los frescos de Pompei.
Gaius Julius Hyginus, siglo I dC
Poeticon Astronomicon, copia del s XV, Florencia
Sagitario y Capricornio
Poeticon Astronomicon, copia del s XV, Florencia
Sagitario y Capricornio
Apolo-Helios con esfera, siglo I dC, Pompei
Europa cabalgando el toro, siglo I dC, Pompei
En el siglo II dC Ptolomeo, trabajando desde Alejandría, termino de establecer los mecanismos celestes del modelo que explicaba el cosmos considerando a la Tierra como inmóvil en el centro del Universo y el Sol orbitando a su alrededor. Esta visión persistió hasta el s XVI.
Elaboró entonces un gran compendio astronómico, conocido como Almagesto (nombre que viene de su traducción en árabe, ya que por esa vía llegó hasta nuestros días).
En el Almagesto Ptolomeo describe la esfera celeste, sus movimientos, y fenómenos como los eclipses. También se convirtió en el catálogo de estrellas de referencia con datos de más de 1000 de ellas.
Claudius Ptolemaeus, s II dC
Almagesto, copia del s XIV, Florencia
Descripción de epicilos y excéntricas.
Almagesto, copia del s XIV, Florencia
Descripción de epicilos y excéntricas.
1 comentario:
Muy ilustrativo, esto es más comprensible para mí. Maravillosos los frescos pompeyanos.
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