El domingo salimos a dar una vuelta por el Hohenloher Freilandmuseum, cerca de Schwäbisch Hall.
El detonante en particular, fue que este fin de semana había además en el lugar un mercado de quesos, Käsemarkt. Con lo cual estaba lleno de stands, de donde ir picoteando múltiples tipos de quesos. No soy experto pero muchos me gustaron, hasta me anime con los roquefortianos, que por degustar estaban bien.
El museo en si esta bien, aunque los quesos ayudaron a que la visita valiera la pena. En el lugar hay varias casas antiguas donde transportaron especialmente varios edificios antiguos de toda la región. Todas bastante bien conservadas y ambientadas en diferentes épocas, más o menos remotas. Aunque también con variedad "social", con casas más ricachonas y otras mucho más sencillas. Con el toque adicional de un poco de historia familiar real de cada una.
Algunas de las casas actúan también como negocios de artículos artesanales tradicionales, otros como restaurant, pero la mayor parte son de exposición museística propiamente.
martes, mayo 12, 2009
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1 comentario:
Adoro ver casas museo. Si en nuestra próxima visita europea todavía están en Crailsheim, amerita visita a Schwäbische Hall para ver esto.
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