Para Semana Santa nos hicimos una escapada de tres días a Dublín; en lo que esperamos haya sido sólo la primera visita a Irlanda. El clima no estuvo muy primaveral pero al menos no llovió, lo cual ya es de agradecer.
A Dublin puede ser que le falte un poco en atractivos turísticos en comparación con otras capitales europeas. Sin embargo compensa con su vitalidad. Eso si... aunque los días siguientes hubo mucho movimiento, cuando llegamos el viernes por la noche y dimos una vuelta por el centro, casi todos los bares estaban cerrados ya que por ser viernes santo no se vendia alcohol (WTF?? ¿qué tiene que ver?); la salida fue corta, además queríamos arrancar el sábado temprano.
A la mañana siguiente, la primer visita fue el castillo de Dublín. Queda poco de la fortaleza medieval; la mayor parte fue reformado durante el siglo XVIII. El guía nos explicó que en general fue siempre un edificio bastante odiado por ser la sede de los gobiernos de ocupación británicos. Especialmente se mencionan durante la visita la prisión y ejecución de líderes de las revueltas independentistas de principios del siglo XX. Tras la independencia se decidió sin embargo no destruirlo; hoy en día es parte importante de los edificios gubernamentales. Al salir, pasamos por la Chester Beaty Library, que estaba muy cerca.
Para almorzar y durante el resto de la tarde fuimos a la cervecería Guinness; todo un símbolo nacional. El centro para visitantes está montado en un gran y antiguo edificio, ya en desuso. Si no me equivoco era donde anteriormente se preparaba la fermentación. En forma interactiva se muestra el proceso de fabricación, funcionando a la vez como museo, ya que la marca existe desde 1759. En la cima del edificio hay un bar desde el cual hay vistas de toda la ciudad. El tour incluye un "aprenda a tirar cerveza Guinness correctamente", del cual participé gustosamente.
Por las noches, el paseo recurrente fue dar vueltas por la zona de Temple Bar, muy activa, aunque también bastante "touristy". Sin embargo encontramos sin problemas algunos cafés y bares sin exceso de muchedumbre y donde nos encontramos a gusto.Por lo pronto los pubs irlandeses son para mi "la" referencia de lo que un bar tiene que ser. Sobre todo ahora que allá son libres de humo.
(to be continued...)
A Dublin puede ser que le falte un poco en atractivos turísticos en comparación con otras capitales europeas. Sin embargo compensa con su vitalidad. Eso si... aunque los días siguientes hubo mucho movimiento, cuando llegamos el viernes por la noche y dimos una vuelta por el centro, casi todos los bares estaban cerrados ya que por ser viernes santo no se vendia alcohol (WTF?? ¿qué tiene que ver?); la salida fue corta, además queríamos arrancar el sábado temprano.
Puente Ha'Penny - El rio Leffey es la arteria principal que atraviesa el corazón de la ciudad.
A la mañana siguiente, la primer visita fue el castillo de Dublín. Queda poco de la fortaleza medieval; la mayor parte fue reformado durante el siglo XVIII. El guía nos explicó que en general fue siempre un edificio bastante odiado por ser la sede de los gobiernos de ocupación británicos. Especialmente se mencionan durante la visita la prisión y ejecución de líderes de las revueltas independentistas de principios del siglo XX. Tras la independencia se decidió sin embargo no destruirlo; hoy en día es parte importante de los edificios gubernamentales. Al salir, pasamos por la Chester Beaty Library, que estaba muy cerca.
Dublin Castle - reinterpretando los símbolos de opresión
Para almorzar y durante el resto de la tarde fuimos a la cervecería Guinness; todo un símbolo nacional. El centro para visitantes está montado en un gran y antiguo edificio, ya en desuso. Si no me equivoco era donde anteriormente se preparaba la fermentación. En forma interactiva se muestra el proceso de fabricación, funcionando a la vez como museo, ya que la marca existe desde 1759. En la cima del edificio hay un bar desde el cual hay vistas de toda la ciudad. El tour incluye un "aprenda a tirar cerveza Guinness correctamente", del cual participé gustosamente.
El verdadero oro negro: visita a la cervecería Guinness
Temple Bar es la zona de ocio nocturno de referencia
(to be continued...)
1 comentario:
Cosas de país catoliquísimo, eso de que no se venda alcohol en semana santa. Así que entonces ahora sos un experto tirador de cerveza! Es divino el frente del Temple Bar que mostrás en la foto. Se espera la continuación del relato.
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