Lo curioso es que uno va llegando a distintos niveles, en los cuales uno piensa que ya llegó, a lo mejor no se puede subir más, no!! te equivocaste! Esto sigue hasta que estas tan arriba que ni balconcito hay, apenas una abertura enrejada al final de la escalera. El mejor tramo es el último; una escalera central se conecta por arcos hacia la estructura exterior, provocando un efecto fascinante. Debo decir además que, a pesar de la altura, es muy segura. Aunque está lleno de aberturas por todos lados (ahora en enero corre un vientito que ni les cuento) está todo enrejado y no hay manera de caerse ni queriendo. Aunque el vértigo no se me fue del todo les confieso.
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3 comentarios:
Hola Nacho. Soy la amiga de Almería de Nuri. A falta de noticias en el blog de tu esposa siempre me paso por el tuyo, aunque hasta hoy no me había decidido a dejarte ningún comentario. Decirte que me resulta sin duda muy interesante: tus comentarios literarios, musicales y de vuestros viajes.
Un saludo y adelante!!!!
Qué linda la foto desde ese ojo de la iglesia! No creo que hubiese subido esa cantidad de escalones. Pero parece haber valido la pena, por lo que decís. El día no parecía radiante. Una ciudad más que conocen.
Hola Elena! Gracias por dejar mensaje, de los que visitan no son muchos los que se animan...!
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