Dubliners es un libro de cuentos del irlancés James Joyce, publicado en 1914. Como su nombre lo indica, son diversos cuentos ambientados en Dublín, a principios del siglo XX. La lectura es rápida y entretenida, lejos del complejo laberíntico que es el Ulises. El nacionalismo irlandés y el catolicismo omnipresente aparecen acá y allá, pero el foco son claramente las personas, mayormente de clases baja y media.
Los Hermanos
Encuentro
Araby - Perdidamente enamorado de la hermana de su amigo, un chico trata desesperadamente de ir a la feria para conseguirle un regalo
"Cuando llegaban los días cortos del invierno, el crepúsculo caía antes de que nosotros termináramos de merendar; y cuando volvíamos a salir, los edificios estaban ya oscuros. El trozo de cielo que podíamos ver era de color violeta, siempre fluctuante..."
Eveline - Una chica se está por fugar con un marinero hacia Buenos Aires... piensa sobre todo de lo cual huye.
Después de la Carrera
Dos galanes
La casa de pensión - Mrs Mooney busca forzar un matrimonio conveniente para su hija.
Una nubecilla - Little Chandler cena con su amigo Ignatius Gallaher, exitoso tras haberse ido a Londres años atrás. Se ilusiona con un triunfo literario similar... que contrasta con su realidad. Le compensará la vida familiar sus seños perdidos?
Contrapartes - Farrington descarga su inoperancia e ineptitud en su trabajo, emborrachándose en bares y golpeando a su familia.
Arcilla
Un caso lamentable - Mr. Duffy le dice a Mrs. Sinico que lo suyo no puede ser, que tienen que dejar de verse. Soledad y muerte.
"Pasaron cuatro años. Mr Duffy volvió a su tranquilo sistema de vida. Su habitación seguía dando pruebas de su mente organizada. Algunas nuevas piezas de música se habían agregado a las que ya había en el anaquel correspondiente de la habitación de abajo ..."
Dia de la hiedra en el comité
Una madre - Mrs. Kearney intenta que recital de piano de su hija Kathleen salga perfecto. Pero no todo va como esperaba.
La gracia
Los muertos - Gabriel Conroy va con su mujer a una cena navideña en casa de sus tías. Hacia el final de la noche una revelación lo sorprende inesperadamente.
"Se sintió ridículo mandadero de sus tías, nervioso, una especie de sentimentaloide bien intencionado que decía discursos para la gente vulgar e idealizaba su sensualidad payasesca; era ese individuo fatuo y digno de lástima que había visto en su rápida mirada hacia el espejo."
domingo, diciembre 02, 2007
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1 comentario:
Recuerdo que cuando lo leí me gustó mucho. Claro que no me quedó ningún cuento en particular. Tal vez es algo que en algunos años más pueda releerse.
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