Volterra estaba ya habitada desde epocas etruscas... pasamos del museo arqueologico por excesivamente caro, que no es Pompeya, che. Me gusto mucho, aunque el punto negativo es que estaba lleno de puestuchos ambulantes, pero bastante chongos, vendiendo ropa usada, etc. Juancho se aguanto las subidas y bajadas (no hay ni una calle plana), hasta que paramos finalmente a almorzar.
Por la tarde paramos en San Giminiano, parece que le dicen la Manhattan medieval, por todas las torres que tiene. Estacionar el coche fue una aventura... la ciudad es chica pero muy interesante. Es bastante alargada, subir y bajar por la calle principal te muestra todo lo que hay por ver. En el medio esta la zona mas alta, con dos plazas muy agradables. Nos comimos un helado en un puesto que anunciaba como campeon del mundo 08/09 (?) Estaba rico aunque no se si era pa'tanto. Entramos en el Duomo, me gustaron los frescos de Bartolo di Fredi.
Ya cayendo la tarde fuimos para la pension donde paramos un par de noches, en Colle di Val d'Elsa, al pie de la ciudad vieja. Lugar que elegimos por su ubicacion no por ser especialemente famoso. Y no puedo decir tampoco que haya visitado ya que los varones nos quedamos durmiendo una siesta mientras las mujeres subieron por ascensor hasta el centro.
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3 comentarios:
Buonísimo! Queremos más! Besos
Qué pinta al lado del autazo!
La heladería era campeona mundial de producción de helados? Mucho nombre, no?
Cabe agregar que Volterra es la capital del alabastro, con cantidad de negocios ofreciendo artículos de tal material.
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