Desde Frankfurt es un buen tirón hasta Suiza; pero teníamos programado un fin de semana para visitar amigos y al final decidí que lo mejor (léase "lo más barato") iba a ser ir en auto. Fue algo palo hacer los 600km hasta Ginebra en el Mazda sin reemplazo al volante, pero con un apropiado plan de pausas llegué de una pieza.
Fotos: qfwfq78
El reloj astronómico de Berna
La parada de reposo principal a la ida fue en Berna; aunque el estrés de llegar y salir del centro casi casi anuló el efecto reparador de la pausa. De todos modos disfrutamos dando una vuelta por el centro histórico. En particular tenía interés en ver el reloj astronómico. Fue gracioso ir escuchando las distintas radios a medida que nos adentrábamos, el dialecto suizo del alemán se entendía menos y menos.
Lago de Ginebra
En Ginebra tuvimos buena suerte con el clima, plenamente veraniego; durante el día paseamos un poco por las montañas (ya cruzando hacia Francia) y resultó además que el sábado era la "Fête de la Musique", por lo que había infinidad de gente por las calles, con varios escenarios dispuestos por toda la ciudad.
Fête de la Musique
La vuelta fue con parada cerca de Zurich. En realidad, no fuimos a la ciudad, que ya conocíamos, ya que en realidad el objetivo era ir a visitar unos amigos. Partimos el lunes por la mañana temprano, y fui directo a trabajar. Semejante ajetreo no es un plan muy razonable, pero por estos pagos hay que exprimir el verano como sea...